HISTORIA

Se sabe que desde hace más de tres mil años han venido desembarcando en las costas béticas navegantes procedentes de países lejanos que trasladaron a sus escritos las impresiones que les habían causado un pueblo y una tierra singulares. Caminando hacia el centro de la región atravesaban la fértil campiña y llegaban a la milenaria Córdoba, capital de aquella Turdetania, tan poco estudiada, y que brilló de tal forma que, con Tartesos, fue cuna de leyendas mitológicas en cuyas tierras tuvieron lugar las más grandes hazañas protagonizadas por personajes sin igual. Autores latinos, cristianos y árabes hablan concretamente de los vinos cordobeses, pero no es hasta bien entrada la Edad Media cuando las citas se multiplican.

En el siglo XVIII se asientan las bases de una buena parte de la vitivinicultura contemporánea de Andalucía Occidental. Mientras la mayor parte de las bodegas andaluzas, especialmente las situadas en Jaén, Granada, Almería y Málaga, continuaban elaborando sus vinos con los métodos tradicionales, un nuevo sistema se implanta en las provincias occidentales.

frescobaldi-85896_640Nacen las criaderas y soleras que vienen a introducir un nuevo concepto en el envejecimiento de los vinos generosos. La añada desaparece, se pretende obtener, y sobradamente se consigue, una calidad constante, un tipo homogéneo de vino. Es más que probable que el descubrimiento fuera, como muchas veces suele suceder, casual. Alguien, por necesidad de espacio, pondría posiblemente un barril encima de otro e iría rellenando el de abajo con vino del que estaba arriba.

Visto los buenos resultados, el procedimiento fue adoptado por el resto de las bodegas de vinos generosos. Se empieza a hablar de los finos y de los amontillados, vinos finos muy hechos al estilo de Montilla. Comenta Paz Ivison en su amena obra “Los vinos, Uso y protocolo”, que el Conde de la Cortina comenzó a enviar este tipo de vino a Jerez hacia mediados del siglo por el que ahora historiamos, y que tanto gustó a los bodegueros jerezanos que comenzaron a producirlo siguiendo el sistema cordobés.

ANTECEDENTES

El nombre de Montilla, como aglutinador y representante de una comarca productora de vinos singulares, se fue imponiendo a partir de mediados del siglo XIX. Prueba de ello es la participación de vinos en concursos internacionales, elaborados en otras localidades de la denominación de origen actual, bajo el nombre genérico “Montilla”.

El de Moriles cobra pujanza a partir de 1912, cuando se cambió Zapateros, nombre antiguo de la localidad, por el actual. Sin embargo, sí eran muy conocidos y apreciados sus pagos vitícolas que, a la postre, quedaron unidos para siempre con el gentilicio. En realidad, estos terrenos únicos, de extraordinaria calidad para producir vinos finos, fueron los que bautizaron el pueblo.

La denominación completa, tal cual es hoy, empezó a sonar a partir de 1891, con motivo de celebrarse el Arreglo de Madrid, revisado en Washington en 1911 y ratificado en La Haya en 1925. Pero, es el Estatuto de la Viña y el Vino de 1932 el que ampara legalmente los nombres de estas dos localidades para que puedan ser usados en exclusiva por los elaboradores y criadores de los pueblos ubicados en su zona de producción y crianza. La Guerra Civil y algunos problemas burocráticos retrasaron la fundación del Consejo Regulador que no se hizo efectiva hasta Diciembre de 1944, aprobándose su Reglamento en Octubre de 1945.

FUNCIONES

Los fines del Consejo Regulador son la representación, defensa, garantía, formación, investigación, desarrollo e innovación de mercados y promoción tanto de los vinos y vinagres amparados,como de las Denominaciones de Origen. Con objeto de aplicar los preceptos del Reglamento y velar por su cumplimiento, el Consejo Regulador ejercerá las funciones recogidas en el artículo 13 de la Ley 2/2011 de la Calidad Agroalimentaria de Andalucía, de 25 de marzo, y las que a continuación se relacionan:

  • El control y la defensa del buen uso del nombre de las denominaciones de calidad, proponiendo a los organismos competentes las medidas que estime necesarias para la defensa de la calidad, aplicación del Reglamento, protección de los derechos inherentes a las denominaciones de origen, así como en lo referente a su promoción y comercialización.
  • Estudiar los problemas de carácter general que puedan afectar a la producción agraria y a la elaboración y comercialización de los productos amparados, proponiendo a los organismos competentes su solución o los posibles asesoramientos técnicos que convenga recabar.Proponer asimismo a la Consejería competente la autorización de nuevas prácticas que, previos los ensayos y experiencias convenientes, se compruebe que obtienen productos aptos para ser protegidos.
  • La colaboración con las Administraciones Públicas en la preparación, elaboración y aplicación de normas que afecten a materias de denominaciones de calidad, realizando estudios y emitiendo informes a requerimiento de las mismas.
  • Ejercer las acciones que le correspondan en su misión de representar y defender los intereses generales de las Denominaciones de Origen, actuando con plena capacidad jurídica para obligarse y comparecer en juicio, tanto en España como en el extranjero.
  • Ejercer las facultades y funciones que le sean encomendadas y delegadas por la Administración autonómica competente en la materia y otros organismos de la Administración, que requerirá la aprobación previa del Pleno del Consejo Regulador.
  • Gestionar los bienes y servicios propios y los de titularidad de la Junta de Andalucía que esta le encomiende para el cumplimiento de las finalidades y el ejercicio de las funciones del Consejo Regulador.

IDENTIDAD CORPORATIVA

A continuación se muestran los logotipos oficiales de la DOP Montilla-Moriles y el manual de identidad corporativa. Todos los elementos se pueden consultar online y pueden ser descargados.

Descargar logos en formato PNG: Verde Negro Azul Blanco

Descargar Manual de Identidad Visual pinchando aquí