VARIEDADES

Pedro Ximénez

  • Porte erguido, variedad vigorosa de buena producción
  • Racimos poco uniformes con gran cantidad de uvas menudas
  • Muy sensible al botrytis y a mildiu. Sensible a oídio.
  • Sensible a la yesca ,eutipiosis y termitas.
  • Mostos muy alcohólicos, con baja acidez. Adecuados para crianza biológica.

Airén

  • Planta medianamente vigorosa, porte muy rastrero
  • Fertilidad muy elevada. Muy productiva, racimos muy grandes
  • Muy resistente a sequía, adaptada a terrenos poco fér1iles
  • Muy resistente a plagas y enfermedades, por lo que en la zona centro se puede adaptar muy bien al cultivo ecológico.
  • Vinos de color amarillo pálido, en general poco aromáticos, en nariz destacan los aromas a plátano y manzana, propios de la fermentación, acidez baja y con cuerpo.

Verdejo

  • Planta poco vigorosa, porte horizontal.
  • Fertilidad baja. Producción media, racimos pequeños.
  • Medianamente resistente a sequía , adaptada a terrenos poco fértiles y arcillosos.
  • Precisa podas largas para obtener producciones aceptables.
  • Vinos medianamente alcohólicos de color amarillo verdoso con tonos acerados, muy aromáticos en nariz. Destacan los aromas a almendra amarga, acidez entre media y alta, son vinos con cuerpo pero con cierta suavidad, el retrogusto es ligeramente amargo.

Moscatel de grano menudo

  • Planta poco vigorosa, porte entre semierguido y erguido.
  • Fertilidad media. Poco productiva, racimos pequeños.
  • Medianamente resistente a sequía, prefiere suelos pobres y que retrasen la maduración. Precisa podas largas.
  • Vino muy alcohólico de color amarillo dorado, muy aromático. Aromas florales propios de la variedad que recuerdan a miel, cierto retrogusto amargo, acidez  alta, vino muy amplio y sabroso en boca.

Moscatel de Alejandría

  • Variedad poco vigorosa de porte erguido.
  • Necesita una temperatura elevada durante la floración.
  • Resistente a la sequía.
  • Vinos blancos secos y dulces naturales con aromas potentes, elegantes y florales.
  • Apreciado como uva de mesa por su sabor amoscatelado y pulpa firme.

Torrontés

  • Cepa de porte erguido, variedad muy productiva.
  • Muy sensible a los ataques de hongos.
  • De mostos amarillo-verdosos con alto contenido oxidásico, lo que hace que el color vire rápidamente a tonos dorados, por lo que es muy apreciada en vinos de crianza.
  • Su especial aroma primario posibilita elaborar blanco afrutado al cuidarse la elaboración.

Chardonnay

  • Vigorosa, de brotación precoz. Se adapta a diversos tipos de terrenos y climas siempre que no sean húmedos. Muy resistente a clorosis pero no a la sequía.
  • Rendimiento bajo.
  • Vinos varietales o complementarios.
  • Vinos potentes, afrutados de acidez alta.
  • Interesante la fermentación maloláctica y crianza en barricas.

Sauvignon Blanc

  • Muy vigorosa, requiere suelos sueltos, poco fértiles y sin tendencia al encharcamiento.
  • Preferible podas largas. Rendimientmo medio-alto. Sensible a sequía.
  • Vinos blancos secos muy elegantes y equilibrados.
  • Aromas varietales presentes sobre todo los primeros años.
  • Presentan matices dependiendo del suelo, añada y condiciones de cultivo.

Macabeo

  • Variedad productiva de porte erguido, cuyos sarmientos se desprenden fácilmente bajo la acción del viento.
  • Evitar implantarla en terrenos frescos y húmedos, así como en terrenos muy secos.
  • Vinos de diferentes tipos. Fermentada controlando la temperatura de vinos blancos, ligeros con aromas casi florales relativamente intensos. Sabor ligeramente astringente, con un correcto equilibrio entre acidez y alcohol.

TIERRA

El origen de la viña es muy remoto. Se sabe que existía en el Terciario y que durante las glaciaciones, la planta subsistió refugiada en algunos de los cálidos valles de la región comprendida entre el Himalaya y el Cáucaso. Desde allí, cuando las temperaturas se suavizaron, viajó hacia Europa, propagándose por ambas costas mediterráneas.

Está demostrada, por restos arqueológicos, la fundación íbera de Montilla y la antigüedad allí del cultivo de la vid. Recientemente, han aparecido unas pepitas de uva (vitis vinífera), en las excavaciones que se están realizando en el Castillo, que según los expertos datan del siglo VIII o IX a C.

Por el Sur de la Península Ibérica han pasado multitud de civilizaciones a lo largo de la Historia que han contribuido de manera definitiva a la vitivinicultura de nuestra zona. El poderoso Imperio Romano, donde Roma gozó con los reconocidos vinos procedentes de la Hispania Ulterior; la dominación musulmana en la que el vino, prohibido su consumo por el Corán, fue considerado un medicamento contra los males de la época y la Reconquista cristiana donde las grandes extensiones de viñedo, que llegaban incluso hasta las puertas de Córdoba, fueron repartidas entre los nobles que participaron en la misma.

Es a partir de los siglos XVII y XVIII donde se produce la verdadera revolución en la producción vinícola en el Sur de la Península Ibérica, con la aparición de la crianza por el sistema de criaderas y solera.

LOCALIZACIÓN

El marco de producción de la Denominación de Origen se extiende por buena parte del sur de la provincia de Córdoba.

Los ríos Genil y Guadajoz limitan sus fronteras, y el Guadalquivir y las Sierras de la Subbética, delimitan su contorno. Dentro de la Zona de Producción se distingue la Subzona de Calidad Superior, constituida por terrenos delimitados y seleccionados por sus especiales cualidades edafológicas: son los “alberos” de la Sierra de Montilla y de Los Moriles Altos.

Las localidades productivas de la Denominación de Origen son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, en su totalidad y en parte los de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de crianza se completa con el núcleo urbano de Córdoba.

CLIMA

El clima del área de la DOP “Montilla-Moriles” se clasifica como semi-continental mediterráneo, con veranos cálidos, largos y secos e inviernos cortos y relativamente suaves. En esta zona de Andalucía se registran las temperaturas más elevadas en los meses de julio y agosto de toda la península ibérica, con máximas que superan los 46ºC. Las horas de sol se sitúan en torno a las 3000 por año. La pluviometría anual oscila entre 500 y 1000 mm, caracterizada por su irregularidad tanto en el reparto anual como interanual.

Desde el punto de vista vitícola el clima de “Montilla-Moriles” se clasifica entre los más cálidos del mundo durante el ciclo vegetativo, con escasas precipitaciones, y una elevada insolación, lo que incide en el desarrollo de la vid y en su ciclo fenológico, en la rápida maduración del fruto que marca su composición y las características de los todos los vinos resultantes, e indirectamente en la fermentación y crianza de los vinos.

El efecto directo de esta climatología tan severa durante la maduración, así como su influencia a través de las características de los suelos, es determinante para poder obtener los vinos de la DOP con sus características específicas, marcando tanto el estilo de los vinos blancos jóvenes o con envejecimiento, como los vinos generosos con su elevada graduación alcohólica natural, la madurez de los mostos utilizados para la edulcoración, los vinos dulces a partir del asoleo, y los vinos generosos de licor.