(set: $maxHealth to 100) (set: $health to $maxHealth) (go-to: "Menu")Double-click this passage to edit it.<!-- The following health change will automatically be applied to the Health Bar due to the footer tagged passage. --> (set: $health to it - 10) (link: "Do some Damage")[ <!-- This health change will be applied after the link is selected, it uses an manual invokation of the footer tagged passage to cause the current Health Bar to visually be updated. --> (set: $health to 40) (display: "Update Health Bar"){(set: $martillo to false) (set: $tinaja to false) (set: $preguntaAldeanos to false) (set: $ayudaAldeanos to false) (set: $ropajesQuemados to false) (set: $registrarHerreria to false) (set: $preguntaRopajes to false) (set: $tabardosJinetes to false) (set: $caballosJinetes to false) (set: $camarera to false) (set: $altercado to false) (set: $etnio to false) (set: $posada to false) (set: $honor to false) (set: $campamentoOculto to false) (set: $herradura to true) (set: $enganho to false)} <==> La mañana era fría y la luz aún no despuntaba, cuando Efrom ya estaba vestido y dispuesto a cumplir con sus tareas como cada día. Como aprendíz de Byön, el herrero de la aldea, tenía muchos quehaceres antes de poder aprender sobre el proceso de forjado, los diferentes metales conocidos y sus características o la temperatura que debe alcanzar el horno para trabajar el metal. Pero Efrom había vivido en su propia piel que eso había que ganarselo cada día: recogiendo leña en el bosque, trayendo agua del cercano lago, mantener la forja limpia y todo dispuesto; para que su maestro no pudiera eludir su alecionamiento. [[» Continuar|Prologo2]] <==> (t8n: "dissolve")+(transition-time: 1s) [Cuando sus botas pisarón el polvo de las calles, Efrom ya había trazado el curso de acción. Portaba la hachuela colgando del cinto, cruzando su ancho pecho una cuerda de cañamo, que le ayudaría cargar las ramas a su espalda más adelante, y al hombro una vasija de gran tamaño para traer el agua. Parecía ir cómodo y cualquiera que lo viera diría que parecía sencillo cargar con todo aquello, pero el sabía que llegar hasta este momento había supuesto muchos días donde había tenido que ir y venir al bosque dos y tres veces ante la imposibilidad de cargar con todo aquello. Pero con el paso del tiempo había crecido y desde que llegara a vivir con Byön su cuerpo se había desarrollado hasta alcanzar la fuerza y destreza suficiente para acometer todas sus tareas de una sola vez. Solo así tendría un hueco en su jornada, suficiente para que el herrero dispusiera de su tiempo para enseñarle.] [[» Continuar|Prólogo3]] <==> Sus pasos firmes y raudos se abrían paso entre los primeros arboles del bosque, esquivando raices y piedras que con la tenúe luz del amanecer apenas eran visibles, pero él ya no necesitaba verlas para saber que estaban ahí. Mientras tanto, su mente se llenaba de recuerdos de años atrás cuando, cogido de la mano de su hermana pequeña Railä, llegó en plena noche a la choza del herrero y vió por primera vez la gran y oscura barba de este. No era capaz de recordar nada más de lo sucedido aquella noche, solo que Byön cuidaría de ellos. Así había sido desde entonces, hace ya una decana ya. Ahora que ya casí es considerado un adulto de pleno derecho con casi dieciseis primaveras, los recuerdos de esa noche siguen siendo igual de esquivos aunque revivía ese instante cada mañana de camino al bosque. [[» Continuar|Prologo4]] <==> Cuando los primeros rayos del alba comenzaban a despuntar había llegado al claro donde recolectaba la madera. Ahora que la luz bañaba los troncos caídos del claro y con los primeros cantos de los pájaros, se dispuso a cortar y recuperar todas las ramas con prestreza. En apenas un rato ya tenía dispuesta la leña en un atillo a su espalda y con paso vivo se encaminaba hacía el lago para llenar la tinaja antes de volver a la aldea, el sudor perlaba su frente a pesar del ambiente frio de la mañana. Cuando apenas le restaban unos pasos del lago, se percató. El bosque estaba en completo silencio, solo el ligero arrullo del agua se hacía notar. Aquello no era común, era un bosque lleno de vida, donde los pajaros llenaban las copas de los árboles y los pequeños animales comenzaban su rutina matutina en la busqueda de alimento. La pausa fue breve, puesto que poco a poco los sonidos fueron llegando. [[» Continuar|Prologo5]] <==> Conforme Efrom avanza por el bosque de vuelta a la aldea, los gritos van desapareciendo a la par que aumenta el ritmo de sus pasos. Repentinamente, el sonido de unos cascos de caballos del camino cercano le sacan del nerviosismo que se ha apoderado de él. Un grupo de jinetes parece que se aleja de la aldea al galope. (unless: $tinaja)[[» Corre a cortarles el paso|Interceptar]] [[» Buscar el camino para intentar ver a los jinetes|Vigilar]] [[» Ignorar a los jinetes y dirigirse hacia la aldea|VolverAldea]] <==> Aceleradamente, se acuclilla junto al lago para llenar la tinaja como había hecho cientos de veces. Pero de fondo no dejaba de oir los gritos y el jaleo provinientes de la aldea, cada vez se hacían más patentes en el ambiente. Algo pasaba en la aldea y no parecía ser bueno. Tras acabar de llena la tinaja se encamina rapidamente hacia la aldea. (set:$tinaja to true) [[» Volver a la aldea|RegresoAldea]] <==> Efrom oye el sonido de los caballos a gran velocidad alejandose de la aldea y corre lo más rápido que puede, pero va cargado con leña y una tinaja vacía que no le permiten moverse de la mejor forma. Aun así, con obstinación, se concentra para no engancharse con las ramas, ni tropezar para llegar al camino a tiempo. Corre y corre, los escucha cerca pero no tiene claro donde está el camino... (link: "» Continuar")[...hasta que es demasiado tarde. No fue capaz de ver el camino porque estaba justo en medio del mismo. Apenas comenzó a girarse para ver los jinetes cuando sientió el tremendo impacto en su hombro izquierdo, impacto que le hizo salir despedido fuera del camino. [[» Continuar|Interceptar2]] (set: $health to it - 25) (display: "Update Health Bar")] <==> Efrom se abre paso a través de la maleza intentando localizar el camino. Sabe que el tiempo apremia pero no quiere precipitarse y permitir que los jinetes le vean. Entonces cuando intentaba encontrar el camino, los alcanza a ver. Parece que los jinetes iban muy deprisa y han pasado de largo más rápido de lo que esperaba así que apenas alcanza a ver lo que parece ser un grupo de jinetes de oscuras armaduras y pendones granate galopando sobre corceles castaños antes que desaparezcan en un recodo del camino, pero....es posible que viera entre ellos el mandil de cuero y las blancas barbas de Byön. Aún no sabe muy bien que ha sucedido en la aldea o si estos jinetes tienen algo que ver, pero será mejor que vuelva cuanto antes a la aldea. {(set: $tabardosJinetes to true) (set: $caballosJinetes to true)} [[» Correr hacia la aldea|VolverAldea]] <==> Al acercarse a la aldea comienza a oir los llantos. El olor a quemado inunda el bosque y le hace pensar en lo peor antes incluso de poder ver la aldea. Para cuando consigue llegar a la aldea por el camino, la estampa lo deja petrificado. Varios cuerpos tendidos en el suelo con manchas carmesí alfombran el camino de entrada. Familiarias de los caídos se arremolinan junto a los recien caídos, algunos los acunan, otros les hablan como si siguieran vivos y otros proclaman gritos desgarradores al cielo llorando su perdida. Para cuando Efrom se recuperar del shock, distingue el humo negro y espeso que sale de algunas chozas, muchos aldeanos intentan apagar algunos fuegos dispersos. Algo más que está ardiendo, la forja, cuando es consciente del peligro comienza a correr hacia la forja con todas sus fuerzas. Agua!!Agua!!!! La forja está junto a la casa donde lleva viviendo todos estos años, si no se controla el fuego todo podría acabar ardiendo. Pero hay algo aún más acuciante que le asalta la mente. "Donde estaba Byön?" "Donde estaba Railä, su hermana?" "Como es que no están apagando el fuego de la forja? Se va a quemar la casa si nadie hace nada..."-las palabras mueren en sus labios lentamente-. Sus pensamientos se detienen por un instante cuando se percata que no es la forja la que podría prender la casa, si no que la casa, ardiendo como una tea, es la que está prendiendo la forja. Tras recuperar la lucidez Efrom sabe que debe actuar con rapidez. (set: $ropajesQuemados to false) [[» Intenta apagar el fuego con unos ropajes cercanos|UsaRopajes]] [[» Trata de recuperar algo de valor de la forja antes que el fuego la consuma por completo|SaquearForja]] (if: $tinaja)[[» Utiliza la tinaja de agua para intentar sofocar las llamas|UsarTinaja]] <==> Sin pensarlo, arroja gran parte del agua contra las primeras llamas que intentan consumir la edificación. Parece que el fuego remite por momentos, una pequeña satisfación dentro lo que hasta ahora está siendo un día aciago. Aún así Efrom no se detiene por mucho tiempo puesto que sabe que cualquier distracción podría ser crucial. Continua arrojando agua contra las llamas que rondan la forja manteniendo humeda la madera y por tanto ajenas al fuego cercano. Gracias a sus esfuerzos y la ayuda de algunos parroquianos, consiguen contener el fuego casi por completo, solo algunos rescoldos en apariencia inofensivos se mantienen humeantes. Apenas algunas paredes de la forja manchadas de hollín y tienen señales de las cercanas llamas. (set: $herreria to true) [[» Continuar|Pueblo]] <==> Con ímpetu Efrom se arroja contra las llamas que comienzan a consumir lo que hasta ahora había sido la forja. Las paredes parecen haber prendido en al menos de sus cuatro costados. Con fuerza golpea las llamas una y otra vez con los telas una y otra vez intentando sofocar las llamas, pero es demasiado tarde, las llamas han alcanzado la techumbre y actuan con gran vurilencia devorando todo a su paso. Queda claro que no será posible detener el fuego, la forja está perdida. Hasta entonces no se había percatado, las telas medio calcinadas que tenía en sus manos para ayudarle en la lucha contra las llamas no le sonaban de nada. Su color no le era familiar, aunque estaban muy dañadas posiblemente fueran moradas originalmente, pero no podía estar seguro. ¿Estaría aún a tiempo de recuperar algo de valor de la forja o debería centrarse en contener el fuego? (set: $ropajesQuemados to true) [[» Trata de recuperar algo de valor de la forja antes que el fuego la consuma por completo|SaquearForja]] [[» Contiene las llamas para que no se extiendan al resto de la aldea|AcabarIncendio]] (if: $tinaja)[[» Utiliza la tinaja con agua para intentar sofocar las llamas|UsarTinaja]] <==> Entre las llamas y el humo que comienza a envolverlo todo, Efrom intenta recuperar algo de valor desesperadamente. El calor es cada vez mayor y el humo no deja ver con claridad. Intenta guiarse por los recuerdos que tiene de la noche anterior puesto que el humo apenas deja entrever nada. Cada noche se encargaba de recoger, limpiar y colocar todas las herramientas tras un duro día de trabajo. Sabía que debía disponerlo todo antes de ir a dormir, sino al día siguiente sería tiempo que no dispondría para su aprendizaje. Comenzó a pasar los dedos por las superficies de la forja que aún no estaban en llamas intentando buscar un detalle que le permitiera ubicarse. Entonces lo reconoció, sus dedos repasaban el borde del banco de trabajo por su parte izquierda. Aquel mismo borde donde varios años atrás su maestro había hecho saltar un trozo astillado al golpear con su herramienta por excelencia, el martillo, tras una discusión con un vecino racano y avaro por el precio de su trabajo. Parecía que el banco estaba completamente despejado de las herramientas de su maestro, no conseguia palpar ninguna allí donde debían estar, como si alguien se las hubiera llevado o se hubiera tomado las molestias de tirarlas todas. Entonces Efrom se acordó y si no buscaba las herramientas de su maestro y su buscaba su propia herramienta? Esa que tras mucho esfuerzo había conseguido que fuera su primera creación, su propio martillo de herrero. Debía estar tras la pata derecha del banco, donde siempre lo dejaba tras un día de trabajo. Por suerte para él, estaba allí. Lo asió con fuerza y consideró el continuar rebuscando, pero los ojos le lloraban, el calor comenzaba a quemarle el cabello de los brazos y el humo apenas le permitía respirar, no podría aguantar mucho más. [[» Sigue buscando antes que todo se venga abajo|Quemado]] [[» Sale de la forja lo más rápido con únicamente el martillo en sus manos|Incendio]] <==> Efrom intenta desesperadamente encontrar algo más de valor. Piensa e intenta recordar que podría quedar de valor en la forja, sus dedos se mueven los más rápido que pueden pero solo encuentran huecos vacíos donde debería haber herramientas y superficies que queman como el demonio. Las llamas le envuelven lentamente, siente el calor como le envuelve por todas partes, entonces oye un crujido y un golpe sordo. Comprende lo que significa, la viga del techo ha cedido y todo se viene abajo. Siente el golpe en la cabeza y como su cuerpo se queda sin fuerzas y la conciencia lo abandona. Es el fin... (set:$martillo to false) (set:$health to 0) (display: "Update Health Bar") [[» Continuar|Muerto]] <==> La forja está completamente ardiendo, las llamas han alcanzado el tejado. Para cuando Efrom se da cuenta, oye un fuerte crujido y un golpe sordo a su espalda. No sabe como pero ha salido a tiempo de la forja, aún sin poder abrir los ojos se da cuenta que está fuera de la forja, cuando el aire fresco comienza a llenar sus pulmones ennegrecidos por el humo. Tampoco era consciente que todavía portaba en su mano el martillo de herrero, parece que esto será lo único que pueda salvar. (set: $martillo to true) [[» Continuar|AcabarIncendio]] <==> Has muerto!!! Pero quizá puedas intentar cambiar el destino de alguna forma... [[» Volver a empezar|Prologo]] [[» Menu|Menu]] <==> Tras grandes esfuerzos y con la colaboración de algunos aldeanos, el fuego es contenido. La forja se ha perdido, únicamente la estructura de piedra del horno y el yunque quedan para atestigar que allí antes existiera una edificación. No queda rastro de las herramientas y demás enseres que antaño hubiera allí, solo cenizas y humo. (if: $martillo) [Su martillo es lo único que ha podido salvar junto con los muchos recuerdos allí vividos] (set: $herreria to false) [[» Continuar|Pueblo]] <==> Efrom se detiene a pensar por un momento. Ahora que el fuego no parece ser un problema debería centrarse en... (unless: $ropajesQuemados or $preguntaRopajes)[[» Comprobar los ropajes del suelo que hay junto a la puerta de la forja|ComprobarRopajes]] [[» Ayudar a restaurar el orden en la aldea|Calma tras la tormenta]] (unless: $preguntaAldeanos)[[» Preguntar a los aldeanos más cercanos sobre lo sucedido|PreguntaAldeanos]] (unless: $ayudaAldeanos)[[» Ayudar con los heridos|AyudaAldeanos]] (unless: not ($herreria and not $registrarHerreria))[[» Registrar la herrería para comprobar los daños en el interior|EncontrarMartillo]](set: $preguntaRopajes to true) <==> Los ropajes están bastante sucios, muchas pisadas lo han maltratado, aunque algo si que puedes ver claro, su color es carmesí. Aunque no consigue identificar si es un pendón o parte de un tabardo, está claro que ha sido rasgado y bastante maltratado. No te suena haber visto este color antes en la aldea, así que seguramente pertenezca a los jinetes. [[» Volver a las tareas|Pueblo]] <==> La aldea en general no ha sufrido demasiados daños. Los intrusos parecen haberse cebado únicamente con la herrería y su dueño. Las gentes intentan volver a la normalidad, todos menos Efrom. Muchos se acercan a consolarle, ofrecerle algo de comida y cobijo si lo deseas. Efrom sabe que toda esa gente le ayudaría a recuperar la normalidad, pero hay algo que no podrían hacer...ayudarle a encontrar a Railä y Byön. Son gente sencilla que no gustan en aventurarse fuera de la aldea y sus alrededores. Los jinetes parece que se los han llevado a ambos, pero por qué y a donde son las dos preguntas que se arremolinan en la mente de Efrom sin encontrar una respuesta. (unless: $martillo)[[[» Continuar|Memoria]]](else:)[[[» Continuar|Martillo]]](set: $preguntaAldeanos to true) <==> Intentas obtener testimonios de los ocurrido y más importante aún, averiguar que ha sido de tu hermana Railä y del herrero Byön. Pocos se muestran dispuestos a contestar tus preguntas en estos momentos de dolor y agitación. Los que si lo hacen no parecen saber mucho, puesto que estaban al otro lado de la aldea o simplemente cuando el miedo les permitió salir al exterior todo había acabado. Solo un pequeño que había salido a las letrinas puede darte algo de información, información que confirma tus sospechas. Los jinetes se llevaron a Byön consigo. En cambio no consigue ni una sola pista sobre el paradero de Railä, su hermana ha desaparecido. Eso es lo que piensa, que los jinetes también se la llevaran aunque en un rincón de su mente no puede evitar toparse con un amargo sentimiento cuando observa los restos calcinados de lo que antes era su casa. A Railä nunca le gustó ver los primeros rayos del sol. Tras un momento de ensimismamiento Efrom se da cuenta que el crio se ha marchado y que hay más cosas por hacer. [[» Volver a otra tarea|Pueblo]](set: $ayudaAldeanos to true) <==> Sin saber muy bien que hacer Efrom se acerca a los heridos e intenta prestarle su ayuda, acercando agua, vendas o simplemente sosteniendo su maltrechos cuerpos en algunos casos. Sus conocimientos son bastante escasos en este sentido así que pronto comienza a sentir que poco más puede hacer aparte de recadero. Tras lo que parece una eternidad algunos de los heridos son tratados y otros simplemente son cubiertos con mortajas funerarias. Igualmente su presencia ha ayudado a que muchos se mantuvieran conscientes y no se abandonaran. [[» Continuar haciendo tareas|Pueblo]](set: $registrarHerreria to true) <==> Parece que la forja se ha salvado en su mayor parte y por tanto su interior se encuentra en buen estado. Te percatas que faltan muchas de las herramientas del herrero Byön y que en general parece haber sido saqueada a toda prisa, dejando las cosas por el suelo. No puede evitar pensar lo que diría Byön si viera su forja en este estado. (unless: $martillo)[Encuentras tu martillo de forjar tras una de las patas del banco de trabajo, allí donde siempre acostumbras a dejarlo. Por suerte, quienes saquearan la forja lo pasaron por alto.] [[» Volver a las tareas|Pueblo]] <==> (unless: (passage:)'s tags contains "no-header")[Salud <div id="health-bar" style="display: inline-block;">\ <div class="bar"></div>\ </div>] (display: "Update Health Bar")(append: ?SideBar)[ <img src="https://i.ibb.co/Wx0T9Z4/title01.png" class="responsive"> (unless: (passage:)'s tags contains "menu")[ (link: "Inicio ")[ (set: $Choice to (confirm: "¿Desea guardar la partida antes de salir al menú?")) (if: $Choice)[(save-game: "Slot A")(go-to: "Menu")] (else:)[(go-to: "Menu")]]](else:)[(link: "Comenzar ")[(goto: "Prologo")]] (link-repeat: "Cargar ")[(unless: (passage:)'s tags contains "menu")[(set: $Choice to (confirm: "Perderá el progreso actual. ¿Está seguro?")) (if: $Choice)[(load-game: "Slot A")]](else:)[(load-game: "Slot A")]] (unless: (passage:)'s tags contains "menu")[(link-repeat: "Guardar ")[(save-game: "Slot A")]] ]<img src="https://i.ibb.co/JCMRrvk/Fragua03.png" class="responsive">(unless: (passage:)'s tags contains "no-footer")[ <hr> ] <==> Tras unas horas recogiendo la herrería y salvando las cosas que están en buen estado de la casa, Efrom se sienta junto al fuego que había improvisado en la forja para calentarse. La mente de Efrom no paraba de revivir los últimos acontecimientos intentando encontrar algo que le muestre el camino a seguir. (if: $tabardosJinetes)[ Intenta recordar el encuentro con los jinetes en el bosque, cuando estos salían a todo galope de la aldea. Sus oscuras armaduras de acero y tabardos granate. Eso es, tenían un blasón con la forma de un ave. Quizá podrían ser del condado de Narth, al oeste. Recordaba que su emblema tenía una pluma o quizá fuera un ave? No estaba seguro. También podría pertenecer a la famosa banda mercenaría del Fenix, nunca los había visto pero había oido historias sobre ellos y se decía que su emblema era un ave escupiendo fuego y que se hospedaban en "El Cruce", una posada al norte.] (if: $caballosJinetes)[ Apenas pudo ver los corceles castaños de los jinetes, pero era patente que pertenecían a alguna cuadra todos ellos. Estában bien cuidados y vestían los mismo arreos. No hay demasiados lugares cerca que tengan una cuadra para un grupo tan numeroso de caballos: el cercano castillo de Welos al este, "El cruce" la gran posada en el camino del norte o el puesto avanzado del condado de Narth al oeste.] (unless: $ropajesQuemados)[ Mientras no paraba de dar vueltas a los sucesos, su mirada estaba clavada en el suelo. Pronto su mirada comenzó a enfocar nuevamente al dejar de divagar y entonces es cuando se percató que junto a los rescoldos del incendio unos restos de tela desgarrada corrían peligro de prenderse. La tela estirada dejaba ver lo que parecían ser algunos quemarrones, pero poco a poco una imagen se formó antes sus ojos. No eran manchas o quemados, el calor del fuego había hecho mella de diferente forma allí donde el tinte había calado en la tela original. Un ave desplegada era visible ahora en lo que antes era un simple trozo de tela desgarrado y lleno de manchas. Al oeste, en Narth utilizaban un emblema similar aunque la guardía de la ciudad de Morfen al sur, también utilizaba un ave con forma muy similar.] Donde podría encontrar a estos jinetes y a las personas que más quiere... [[» Continuar|Viajar]]A donde debe viajar Efrom en este momento.. [[» El Cruce|El Cruce]] (unless: $enganho)[[[» Wellos|Wellos - Previo]]](else:)[[[» Wellos|Wellos - Enganho]]] [[» Narth|Narth]] [[» Morfren|Morfren - Puertas]] <==> Este puesto avanzado ha crecido mucho en la última década. Lo que inicialmente fuera un acuartelamiento militar con la función de cubrir la frontera, se ha reconvertido en una gran aldea altamente poblada. Con la caída de las fronteras por la unión de los antiguos reinos, ahora solo es una muestra del poder e influencia que el condado posee. El edificio más alto y grande es por supuesto el cuartel militar, donde ondean grandes pendones de fondo rojizo y en el centro un halcón negro desplegado. Sus gruesos muros y su impecable fachada parecen brillar cuando el sol se alza. Queda patente que está habitado y la disciplina lo mantiene en funcionamiento a pleno rendimiento. El resto de las edificaciones representan muchas contrucciones que han ido creciendo alrededor del cuartel para dar servicios al mismo: alguna herrería, carpintería, tabernas (incluyendo algún lugar de reunión para mujeres de moral distraída), una pequeña capilla adosada al mismo cuartel y muchas viviendas. Todo ello conforma una extensión aledaña al cuartel que casi duplica el espacio que este ocupa, aún así y a excepción de la capilla, el cuartel mantiene un buen distanciamiento del resto de edificaciones. [[» Continuar|Narth - Aldea]]Como su propio nombre indica, la posada se encuentra en un enorme cruce de caminos. Algunos de los cuales son de muy reciente creación para confluir aquí. Muchos dirían que El Cruce es mucho más que una posada. Desde que se construyera ha crecido mucho y muy rápido, como pequeño puesto comercial, territorio neutral en muchas disputas y como hospedaje para los viajeros cansados. El Cruce se conforma por varias estructuras, entre ellas las principales son un gran establo, el edificio principal donde se encuentra la taberna junto a gran parte de las habitaciones y una tercera edificación donde parte del personal se aloja además de otras habitaciones privadas y salas para viajeros de mejor estatus. (unless: $pistaEstablo)[[[» Dirigirse a los establos|El Cruce - Establos]]](else:)[[[» Dirigirse a los establos|El Cruce - Establos Teren]]] (if: $honor)[[[» Acercarse a la camarera que está junto a la posada |El Cruce - Honor]]](else-if: $posada is false)[[[» Entrar a la posada|El Cruce - Posada]]](else:)[[[» Entrar a la posada|El Cruce - Posada interior]]] [[» Acercarse a la edificación |El Cruce - Establos]] [[» Ir a otro lugar|Viajar]]Morfen, la ciudad portuaria de los comerciantes. Aquí no hay calle sin vendedor, ni vendedor sin calle. La ciudad tiene mucho trajin, gente que va de aquí para allá. Unos con grandes fardos de mercancias para vender y otros con bolsas repletas de monedas en busca de negocios o materias. A pesar de la cantidad de gente, se hace notar la ausencia de altercados y es que la guardia de la ciudad se puede ver pasar por las calles con mucha frecuencia. La guardia parecía bien pertrechada con armaduras pulidas y brillantes, tabardos de color arena y a sus espaldas unas capas con un bordado de tres plumas naranjas entre cruzadas. La actividad en la ciudad no cesa en ningún momento y hay mucho donde acudir... [[» Rondar por el bazar|Morfen - Bazar]] [[» Acercarse al consejo de la ciudad|Morfen - Consejo de la ciudad]] [[» Ir a los muelles|Morfen - Muelles]] [[» Viajar a otro lugar|Viajar]]El pequeño castillo de Wellos corona la cima de una colina al pie del gran Bosque de los Robles. A simple vista, denota que el castillo no está en un buen momento. Sus almenas casi podría decirse que asemejan la mellada boca de un anciano por lo irregulares y poco lustrosas que se muestran. Los techos de sus dos torres defensivas casi parecen que fueran a caerse en cualquier momento por la inclinación de sus vigas, incluso el torreón central muestra ventanales en mal estado y con algo de musgo que cubre algunas grandes extensiones. Sabes que aquí lleva viviendo muchos años (quizá varios cientos) una familia cuyos títulos ya nadie sabe a cuando se remontan, aunque está claro que debieron tener mejores momentos en el pasado. A las afueras del castillo muchos edificios se congregan a los pies de sus murallas, utilizando incluso partes de estas para sostentarse. Está claro que el castillo como edificación defensiva deja mucho que desear, pero como apoyo para gran parte de la aldea que se extiende a sus pies, es el pilar maestro. Algunos puntos de interes que Efrom recaba durante un rato deambulando por la zona son... [[» Ir al molino|Wellos - Molino]] [[» Frecuentar la posada|Wellos - Posada]] [[» Deambular por los barrios|Wellos - Barrios]] [[» Acercarse a la barbacana del castillo|Wellos - Castillo - Barbacana]] [[» Viajar a otro lugar|Viajar]]Los establos tienen un enorme tamaño. Grandes vigas de oscura madera soportan la estructura junto con infinidad de tablones que conforman sus paredes. El olor que rodea este tipo de edificios no se hace muy presente en este caso, este parece estar muy ciudado y limpio. "Podría ser que los caballos de los misteriosos jinetes estuvieran aquí", piensá Efrom, debería echar un vistazo. Cuando Efrom se acerca a la puerta de los establos para echar un vistazo, un mozo, no mayor que él mismo, sale presto para atenderle. Su rostro muestra una expresión dubitatiba y pregunta: -"Buscas algo?" -"Quería echar un vistazo a las caballerizas, busco a unos jinetes que montaban unos caballos castaños", responde Efrom. El mozo, lo mira de arriba abajo sin parecer dar mucha credibilidad a lo escuchado. -"No puedes pasar si no estás alojado ni tienes ningún animal a nuestro ciudado aquí. Marchaté y no nos hagas perder el tiempo". [[» Buscar en otro edificio|El Cruce]] [[» Rodear el establo|El Cruce - Establos alrededores]] <==> El edificio de la taberna estaba contruido con grandes troncos practicamente enteros como muros de la misma. Al menos en su entrada, puesto que denotaba que el edificio había crecido con el tiempo y mostradaba diferentes tecnicas en su construcción, como la segunda planta construida de forma más refinada o la pared de piedra que parecía contener lo que sería una enorme chimenea con un tiro de piedra igualmente grande Al acercarse a la puerta de la posada, se oía ajetreo en su interior. Voces de parroquianos alegres junto con una profunda voz que vociferaba bebidas y comidas, presumiblemente el tabernero, resonaban sin necesidad de abrir las puertas. Estaba claro que la taberna estaba concurrida. (set: $posada to true) [[» Entrar|El Cruce - Posada interior]] [[» Buscar en otro lugar|El Cruce]]Double-click this passage to edit it.Double-click this passage to edit it.Double-click this passage to edit it.Double-click this passage to edit it.Double-click this passage to edit it.Double-click this passage to edit it.Una enorme capilla se alzaba sepada del resto de edificios que conformaban la aldea. Quizá era el edificio más cercano al cuartel y posiblemente también el siguiente en antiguedad, pero no por ello en mal estado. El exterior era bastante sobrio, líneas rectas y practicas sin incluir ningún tipo de adorno más allá de una simple cruz de piedra sobre la arcada de las puertas de entrada. (link: "» Continuar")[Las puertas de madera no eran especialmente grandes, de hecho parecían pequeñas en comparación con el tamaño del edificio. Si no fuera por la cruz posiblemente la capilla podría pasar por un edificio cualquiera. Al empujar las puertas estas estaban trabadas, los solidos tablones que la conformaban apenas se movieronun apice. [[» Mirar alrededor de la capilla|Puesto avanzado Narth - Capilla alrededores]] [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]]]Deambulando por el asentamiento Efrom se encuentra ante un establecimiento que parece estar bastante concurrido, quizá ahí pueda encontrar algo de información útil. Observar la entrada del local un momento se percata que muchos entran y salen del local, mayormente son hombres y en algunos casos parejas. Con decisión se adentra en el establecimiento. (link: "» Continuar")[Lo que no había visto era al enorme caballero que se encontraba nada más abrir la puerta. Un grandullón más de dos varas de altura, con unos brazos como troncos de abedúl que le puso un mano en el pecho deteniendolo al instante y mirándolo de arriba a abajo. -"A donde vas muchacho? Quieres ser un hombre?". (unless: $enganho)[[[» Continuar|Puesto avanzado Narth - Lupanar]]](else:)[[[» Entrar condecisión|Puesto avanzado Narth - Lupanar interior]]] [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]]] <==> El cuartel parece estar muy bien mantenido, incluso sus muros se muestran limpios y libre de plantas a su alrededor. Soldados asoman por encima de las murallas y se asoman desde ambas torres del complejo. El rastrillo está bajado y dos pares de guardías están apostados allí, una dentro y otra fuera del complejo. Todos ellos se muestran alerta y centrados, practicamente no hablan entre ellos, se denota que son soldados disciplinados. Los soldados muestran pendones granate en su lanzas con un ave en ellos, armaduras de acero bruñido impolutas que deslumbran con el reflejo cualquier fuente de luz. [[» Hablar con los guardías|Puesto avanzado Narth - Guardias]] [[» Visitar otro lugar|Narth - Aldea]] <==> La herrería seguía un patrón muy familiar para Efrom, adosada a una casa y abierta hacia la calle casi al completo en uno de sus laterales. (unless: $enganho)[En su interior un enjuto herrero se afana en las labores de la forja. Su canoso pelo y su cuerpo curtido por el tiempo no restan fuerza a alguien que ha pasado la vida golpeando el yunque, sus brazos son testigos inamobibles de ello. El enjuto herrero asiente al ver como se acerca Efrom. Su mirada no pierde detalle y sonrie al ver el martillo en el cinto. -"¿Que desea joven? ¿Necesita alguno de mis servicios?", dice el herrero dirigiendose al joven que tiene delante. [[» Hablar con el herrero|Puesto avanzado Narth - Herrero]] [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]]](else:)[La herrería se encontraba desatendida, el herrero no se mostraba por ninguna parte. A Efrom le extrañó que la puerta estuviera abierta mientras el herrero no estuviera allí. [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]]]Double-click this passage to edit it.(print: "<script>DF.updateHeathBar(" + (text: $maxHealth) + "," + (text: $health) + ");") <==> (t8n: "dissolve") [Este es el comienzo de una historia que no podrás encontrar en libros ni manuescritos, una historia que todos han oido pero ninguno ha vivido. Todos salvo tú.] [[» Continuar|Prologo1]] <==> Para su sorpresa, los sonidos distaban mucho de ser los propios del bosque. El relincho de un caballo en la lejanía fue lo primero que consiguió distinguir. Luego lo siguieron los gritos. Una amalgama de ellos comenzaron a llegar. Algunos gritos eran roncos, otros agudos y cortos; todos se mezclaban en el aire pero todos tenían algo en común, su origen. Provenían de la aldea, algo sucedía allí. Normalmente la vida en la aldea comenzaba temprano, pero no con tanta algarabia y menos aún con gritos. Que debería hacer Efrom... [[» Volver con paso raudo a la aldea y comprobar que sucede|RegresoAldea]] [[» Completar sus tareas recogiendo el agua del lago antes de volver|RecogeAgua]] <==> Sin aire en los pulmones, debe hacer un enorme esfuerzo por volver a respirar, como si sus pulmones hubieran olvidado como coger aire. Parece que hubiera pasado varios minutos intentando coger el aire pero cuando se da cuenta que aún siente el sonido de los cascos entiende que apenas acaba de caer al suelo. El atillo de madera a salido despedido y está desperdigado en el camino. Más allá, mientras se esfuerza por enfocar la mirada, las figuras de los jinetes se alejan y comienzan a desaparecer entre las ramas del bosque. [[» Continuar|Interceptar3]]Apenas ha podido verlos, grandes corceles castaños, tabardo bermellón y armadura es todo lo que cree recordar, pero....es posible que viera entre ellos el mandil de cuero y las blancas barbas de Byön. Todo ha sucedido muy deprisa y no sabría que pensar. El golpe ha sido enorme, aunque por suerte comprueba que sus huesos siguen intactos y puede ponerse en pie. (set: $caballosJinetes to true) [[» Correr hacia la aldea|VolverAldea]] <==> Efrom no había salido mucho de su aldea y nunca había transitado este camino, pero si que sabía que el comercio entre las comarcas era fluido y bien recibido por todos, por lo que era extraño no ver a ningún otro viajero en el camino. Casi a mitad de camino lo comprendió. Varios carromatos y viajeros se agolpaban en el camino y entre ellos un nutrido grupo de soldados mantenian una empalizada que cortaba el camino. Acercandose furtivamente, intentando pasar desapercibido entre el gentío allí reunido, consigó ver de forma clara a los soldados. Portaban tabardos ocre, quizá por la suciedad o lo ajados que parecían, y armaduras plateadas, que lucían sin lustro alguno y con algunas marcas de verdín. [[» Continuar|Wellos - Camino2]]Viajeros y soldados discutían acaloradamente, unos exigiendo derechos de paso y otros esgrimiendo sus lanzas para mantener las distancias. En un instante, un soldado con gran porte y mejor apariencia que el resto, se alzó a la empalizada y vociferó: "El paso del condado de Wellos está cerrado. Nadie puede entrar ni salir hasta nueva orden. Dispersaos y volved por donde habéis venido si estímais vuestra vida". El paso está cortado, habrá que buscar en otra dirección. Solo esperaba que slos jinetes no hubieran pasado por allí. [[» Viajar a otro lugar|Viajar]]El camino está bastante transitado. Muchas carretas y viajeros van y vienen, no es de extrañar puesto que por algo a la ciudad se la conoce como "El Mercado del Norte". Lo que si fue más extraño es encontrar tanta vida fuera de las murallas de la ciudad. Infinidad de campamentos improvisados entre los carromatos llenaban la pradera que rodeaba la ciudad. Efromo había estado en Morfren antes y nunca había visto algo así. La ciudad bullían de actividad en su interior y todos los viajeros (y por encima de todo los comerciantes) eran bien recibidos. Pero las puertas de la ciudad, más altas que cualquier estructura de su aldea, estaban cerradas. Nadie respondía desde el interior de la ciudad y la mayoría de los guardías no prestaban atención al exterior, si no más bien al interior de la misma. [[Continuar|Morfren - Puertas y rumores]]Tras deambular por el exterior y prestar atención a las conversaciones de los parroquianos y comerciantes escuchó a varios mercaderes de aspecto opulento: "...está cerrada y así seguirá estando hasta que el resto del Consejo decida que es seguro o atrapen a los culpables..." "...dos miembros del Consejo han muerto y el resto teme sufrir el mismo destino..." El Consejo regía la ciudad y estaba formado por los mercaderes más influyentes y ricos, por lo que siempre había intrigas y maquinaciones para obtener un puesto en el mismo. Pero jamás se había derramado sangre (de forma intencionada y/o mortal). "Maldición", masculló Efrom. Poco podría averiguar aquí si no conseguía entrar en la ciudad ni comunicarse con la guardía. [[» Viajar a otro lugar|Viajar]]Efrom se aleja de la entrada del establo y cuando observa que el mozo entra al mismo, gira y comienza a rodear el establo intentando encontrar la forma de entrar al mismo o ver su interior. Debido al tamaño del establo le es imposible encontrar la forma de mirar por los respiraderos cercanos al tejado que posee el edificio. Pero parece que hay otra opción, un portón trasero entreabierto. [[» Investigar el portón|El Cruce - Establos portón trasero]] [[» Buscar en otro edificio|El Cruce]] <==> El portón trasero se muestra entre abierto. Acercandose con cuidado, Efrom intentar echar un vistazo al interior del enorme edificio... Se asoma al portón e intenta aclimatar su vista al interior del eficio, puesto que el interior está bastante oscuro. Apenas consigue distinguir el interior, grandes montones de heno, algunas herramientas y, a ambos lados del pasillo central, multitud de puertas de las cuadras. (link: "» Continuar")[Pero antes de poder reaccionar, el portón se abre de forma violenta golpeándolo en el rostro con un golpe sordo. El golpe parece que le ha hecho sangrar por la nariz ligeramente y le deja sentado frente al portón. En medio de la arcada abierta, y con los brazos en jarras, se encuentra el mozo de cuadra con el que se encontró en la entrada principal, aunque en actitud hostil. -"¡¡Te dije que no puedes entrar maldita sea!! Marchate si no quieres que avise en la posada", y acto seguido cierra el portón con fuerza. Parece que Efrom tendrá que buscaren otro lugar... [[» Buscar en otro lugar|El Cruce]] (set: $health to it - 10) (display: "Update Health Bar")] <==> No podía dejar de pensar en la de veces que antaño había dicho a su hermana que dejara de seguirlo. Ella siempre lo estaba siguiendo y observando. Ya desde bien pequeña lo había demostrado. Nada impedía a Railä ir tras su hermano, daba igual lo oscuro o peligroso que pareciera, si Efrom estaba allí, ella también. Tuvieron que pasar unos años hasta que ella comprendió que no podía seguir así. Nadie (que no fuera su hermano) tuvo que decirselo, tal como era la sombra de Efrom, dejó de serlo. Ahora Efrom deseaba poder ver la cara de su hermana. Él sabía que aquella cría había quedado atrás hace tiempo. Ahora se había convertido en una muchacha alta, casi tanto como él, ágil e inteligente además de bastante agraciada pero con un caracter afilado (algunos muchachos en la aldea habían acabado siendo humillados por intentar menospreciarla). [[» Continuar|Martillo2]] <==> Divagando en sus pensamientos, un cercano destello llamó la atención de Efrom. Algo entre unos restos de la forja había llamado su atención. Parecía ser un cilindro metálico sobresaliendo de entre los escombros. El tacto le sorprendió. El metal retenía el calor en su interior. La calidez del material fue una caricía agradable, un sentimiento que se extendió al tirar de él. (link: "» Continuar")[¡¡¡Era su martillo de herrero!!! A pesar que muchas de la herramientas había quedado inservibles por el fuego o habían desaparecido, estaba claro que no habían visto su martillo ,que siempre debaja trás una pata del banco de trabajo. El fuego no había sido capaz de hacer mella alguna en el metal, unicamente había tomado un color negro que antes no tenía. [[» Continuar|Memoria]]]Al entrar se encuentra una estancia enorme. Un gran hogar de piedra en uno de sus laterales preside la estancía. Opuesto al hogar una enorme barra de madera de unas quince varas bulle de trabajo. Varias personas entraban y salían de la misma cargando bandejas de comida y bebida. Entre ellos un enorme hombre de tez morena voceaba a diestro y sinistro intentando poner orden y dirigir el servicio, Etniö el regente de "El cruce". Entre el hogar y la barra, una decena de grandes mesas redondas estaban pobladas por algunos viajeros y huéspedes. La mayoría comían y bebían, aunque algunos, por el rubor de sus mejillas, únicamente lo segundo. (unless: $etnio)[[[» Hablar con Etniö el posadero|El Cruce - Posada Etniö]]] (unless: $camarera)[[[» Hablar con un sirviente|El Cruce - Posada sirviente]]] [[» Buscar en otro lugar|El Cruce]] <==> (unless: $camarera)[Efrom se dirige al tabernero con la intención de obtener algo de información. Con una amplia sonrisa Etniö lo recibe y con buenos modales le pregunta si querrá comer, beber y/o alojamiento. No puede evitar recordar que apenas tiene unas monedas encima. La urgencia por salir tras sus seres queridos raptados por los jinetes, junto con los destrozos y el caos provocados por el fuego no le dejaron pertrecharse mejor. Parece que el tabernero es capaz de leerle sus pensamiento puesto que su sonrisa inicial se torna en una mueca de impaciencia. Al instante su semblante vuelve a su habitual sonrisa. -"No voy a dejar que pases frio, puedes calentarte junto al fuego, pero no me hagas perder el tiempo ni molestes a mis clientes entendido", dice con su vozarrón y guiñando un ojo a Efrom. Dicho esto el posadero vuelve diligente a su faena. [[» Continuar|El Cruce - Posada interior]]] (else:)[Apenas alcanza la barra frente al posadero, cuando este levanta una mano y mientras con la otra acerca un guiso de carne, una hogaza de pan y una cerveza especiada caliente. -"Pasaron por aquí, un grupo de jinetes de corceles oscuros en su mayoría. No fue sencillo tratar conellos, pero lo mejor fue darles alojamiento, comida y que se marcharan lo antes posible sin causar problemas", dijo con un tono de voz mucho más contenido de lo habitual.-"Es todo lo que puedo decir, no quiero problemas ni que mis clientes piensen que divulgo sus idas y venidas. Ahora disfruta la comida y no hagas más preguntas". (set: $etnio to true) [[» Continuar|El Cruce - Posada interior]]] <==> (unless: $altercado)[Con la idea de consultar al servicio Efrom se acerca a un camarero a preguntar por los misterios jinetes. Da la descripción más detallada que puede e implora su ayuda para encontrar a su familia. (link: "» Continuar")[Desafortunadamente, el trabajor no parece recordar nada que pueda ayudarle. Igualmente dice que con la infinidad de personas que pasan por aquí quien podría saber. Son muchos trabajadores y distintos turnos puesto que la taberna nunca deja de dar servicio. (set: $altercado to true) [[» Continuar|El Cruce - Posada interior]]] (else:)[(unless: $camarera)[Esta vez Efrom consigue la atención de una camarera morena de amplia sonrisa que no parece mucho mayor que él. La muchaca se muestra nerviosa y no deja de mirar a su alrededor junto con alguna furtiva mirada a Etniö. Posiblemente teme que el tabernero la reprenda por no estar trabajando, pero igualmente la muchacha coloca bajo su brazo la bandeja que acaba de servir en una mesa cercana e intenta prestar atención a Efrom. Tras escuchar detenidamente el relato, coloca una mano en su brazo co muestra de consuelo. A continuación lamenta decir que no recuerda haber visto a un grupo de viajeros como el que busca... (link: "» Continuar")[...pero antes que pudiera continuar hablando la muchacha suelta un grito ahogado mientras se gira sobresaltada y sale corriendo hacia la cocina. Al instante un cliente con el rostro congestionado y que se encontraba a espaldas de la chica le dice: -"Vamos muchacha no seas tímida, seguro que no seré el primero con lo linda que eres". [[» Continuar|El Cruce - Posada Sinverguenza]]]](else:)[No importa a que sirviente pregunte, que este no presta atención mucho tiempo al relato de Efrom y con esquivas miradas intenta volver a su trabajo lo antes posible. Etniö observa algunos de estas conversaciones mostrando semblante serio y tenso. Está claro que no será posible obtener más información aquí. Curiosamente la camarera no se ha dejado ver por el gran salón de nuevo. Efrom se lamenta por lo sucedido, deaseando no haberle causado aún más problemas a la chica. [[» Continuar|El Cruce - Posada interior]]]] <==> Efrom se encuentra frente al individuo. Este no paraba de reir y regocigarse en lo sucedido junto al resto que están sentados a su mesa. No era complicado suponer lo sucedido. Efrom no pudo evitar pensar en Railä y que alguien le hiciera algo así. Casi sin darse cuenta su mano ya estaba agarrando el mango del martillo que colgaba de su cinturón. Pero entonces miró a Etniö. Este no parecía haberse percatado del altercado, al igual que la mayoría de los allí reunidos. Que debía hacer... (set: $camarera to true) [[» Dejar pasar el altercado|El Cruce - Posada interior]] [[» Enfrentarse al sinvergüenza|El Cruce - Posada Honor]] <==> Un fuerte crujido resuena cuando la cabeza del martillo golpea la mesa justo delante del libertino. Los nudillos de Efrom estan blancos debido a la fuerza con la que empuña el martillo. Su rostro no alberga duda alguna, está furioso y la sangre hierve en sus venas. El resto de integrantes de la mesa se levantan rápidamente y dan un paso atrás mientras levantan las manos sumisos,no quieren problemas. El desvergonzado parroquiano en un alarde de valentía , quizá fruto del alcohol, se puso en pie reprochando que su bebida se había volcado con el sobresalto. (link: "» Continuar")[Con un torpe movimiento intenta golpear en el rostro a Efrom con la jarra de madera. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que Efrom estaba preparado y el movimiento era demasiado presivible y lento. Un fuerte ademán de su martillo no solo bloquea la jarra si no que la hace astillas, vertiendo en derredor su escaso contenido y obteniendo un aullido de dolor por los dedos lastimados de quien la sostenía. [[» Continuar|El Cruce - Posada Honor2]]] <==> La cara del sinvergüenza había perdido todo su rubor y se apretaba la mano lastimada contra el cuerpo maldiciendo de dolor. -"¡Esta bien esta bien! Calma chico, no hace falta que nadie más salga herido", consigue mascullar entre gestos de dolor. -"Pide disculpas a la señorita. Responde por tu acto indecoroso", gritó Efrom aún con el martillo en la mano. La posada que hasta entonces bullía de actividad y jolgorío se había quedado en completo silencio, todos miraban fijamente el altercado, aunque ahora mismo solo miraban al parroquiano cuya mano sangraba. A regañadientes y vencido por las miradas de desaprovación de la mayoría busco con la mirada a la camarera que soyozaba tras la barra junto a Etniö y se disculpó decorosamente. Comenzó escusandose enel alcohol consumido, pero una mueca en el rostro del taberno le hizo rectificar y admitió que su comportamiento no había sido digno. Dicho esto se levantó y se dirigió al piso superior sin mediar más palabra, parece que el regocijo había acabado por esta noche para él. [[» Continuar|El Cruce - Posada Honor3]] <==> Un instante después de la marcha del humillado cliente, la taberna recuperó habitual trasiego. Todos volvieron a sus mesas y los trabajadores a su labores. Efrom colgó su martillo del cinto nuevamente y al levantar la vista cruzó la mirada con Etniö. (link: "» Continuar")[El tabernero asintió con la cabeza en un gesto de agradecimiento y sin mediar palabra alguna volvió a sus gestiones profiriendo gritos como hacía siempre. (set: $honor to true) [[» Continuar|El Cruce - Posada interior]]]{(set: $honor to false) (set: $pistaEstablo to true)} <==> Cuando Efrom se acerca a la muchacha esta da unos rápidos pasos hacía él y lo abraza mientras al oído le agradece su actuación. Sin despegarse de él, continua hablandole al oído sin demorarse demasiado. -"Se que andas preguntando por lo jinetes que pasaron por aquí pero nada sabemos en la taberna. Quizá mi hermano Teren pueda ayudarte en el establo. No dudes en acercarte allí antes de marcharte". Tras sus palabras estampa un frugal y tierno beso en la mejilla de Efrom y se gira para adentrarse en el bullicio de la taberna. Efrom casi no se percata del beso hasta que siente el frio en su mejilla ligeramente humedecida. Al fin podría tener una pista. [[» Continuar|El Cruce]]Con paso vivo Efrom se dirige al establo. Y cuando está apunto de tocar las puertas del edificio se asoma un muchacho fornido que le tiende la mano firmemente. -"Gracias por defender a mi hermana, está claro que en el local dejan entrar a cualquiera. Por si aún tienes dudas, soy Teren, el hermano de Casilda, la camarera y tu, bueno no sé tu nombre, pero ese martillo está en boca de todos en El Cruce", dice sonriente el mozo señalando el martillo que cuelga del cinto. -"No te preocupes, se que tienes prisa pero debo advertirte, que los hombres a los que buscas no parecían ser muy amistosos. Apenas estuvieron aquí un par de horas. Suficientes para descansar del caballo, comer algo y retomar la marcha." [[» Continuar|El Cruce - Pistas]] [[» Esperar a la noche y salir a lomos del caballo|Bosque Oscuro]] <==> -"Alta, casi tanto como yo. Ojos de un azul grisaceo y rostro serio. Larga cabellera morena, quizá recogida en una única trenza lateral...", Efrom comienza a describir a su hermana al muchacho. (link: "» Continuar")[Antes que pudiera continuar el muchacho le detiene y le dice que no vió a mujer, niña o muchacha alguna. Solo era un grupo formado por hombres de diversas edades. Si que es cierto que llevaban grandes sacos colgando de las sillas de los caballos que bajo ningún concepto perdían de vista. Efrom se desanimó, si no la tenían con ellos, ¿donde estaba su hermana?Oscuros pensamientos cruzaron su mente un instante pensando en los sacos, pero rapidamente los desecho, no podía darles espacio si no quería derrumbarse allí mismo, así que respiró profundamente y centró su mente antes de continuar. [[» Continuar|El Cruce - Pistas]]] <==> Efrom describe a Byön el que fuera su padre y referente esta última decana. El herrero era alto y fornido, su bello antaño moreno ahora se terciaba gris en su mayor parte. En esta última decana parecía haber pasado de padre abuelo. Su cuerpo estaba bien formado, si no contamos su torneado buche que sobresalía ligeramente por delante. (link: "» Continuar")[El mozo asentía con cada palabra y acompañaba las frases de Efrom intercalando las vestiduras con las que había visto a uno de los jinetes, culminando con el detalle que portaba un pequeño cuchillo en el cinto de forma tosca y poco filo además de un mandil de cuero curtido por el uso intensivo del mismo. Entonces Efrom lo tuvo claro, ¡¡¡era Byön!!! Ellos lo tenían y se lo habían llevado de la aldea, tal como intuía. [[» Dirigirse a los establos|El Cruce - Pistas]]]{(set: $campamentoOculto to true)} <==> Aquella pregunta cogió un poco por sorpresa al mozo cuyo rostro mostraba una expresión dubitativa, puesto que no acababa de entender que importancía tenían los caballos que hubiera en el establo ahora mismo. Efrom había visto los corceles y quizá con suerte podría reconocer alguno. Igualmente el muchacho permitió a Efrom entrar a las cuadras y ver los caballos que allí había. Desde grandes percherones de tiro hasta frisones de pelo brillante y cuidado que se arrebujaban dentro del establo. (link: "» Continuar")[Pero entonces el muchacho abrió los ojos como platos cuando pasó por delante de un ejemplar castaño que permanecía tumbado en el heno de su cuadra. -"¡¡Este!! Este caballo es de ellos, casi se me olvida. Cuando llegaron, uno de sus caballos tenía problemas con una herradura y cogeaba visiblemente, nada grave si se detenían y esperaban a que lo herraramos. Pero tenían tanta prisa que tomaron otro caballo y dejaron este atrás. Nos dijeron que soltaramos el animal cuando estuviera recuperado". El mozo le prometió dejarle llevarse el animal en la noche Efrom miraba al animal con un fuego en los ojos que antes no poseía. [[» Esperar a la noche y salir a lomos del caballo|Bosque Oscuro]] [[» Dirigirse a los establos|El Cruce - Pistas]]]Que debería preguntar Efrom... [[» Darle las gracias y marcharse|El Cruce]] [[» Preguntar por Railä|El Cruce - Establos pista Railä]] [[» Preguntar por Byön|El Cruce - Establos pista Byön]] (unless: $campamentoOculto)[(if: $caballosJinetes)[[[» Preguntar por los caballos del establo|El Cruce - Establos pista jinetes]]](else:)[[[» Preguntar por la dirección que tomaron|El Cruce - Establos pista direcion]]]]El mozo se muestra pensativo, parece querer hacer un verdadero esfuerzo por recordar algo de la partida de los jinetes. Se frota las sienes mientras musita algo para si mismo. Al cabo de un par de minutos, se da por vencido y disculpa su torpeza, parece que no vió en que dirección partieron. Efrom abatido le agradece la ayuda abandona los establos. (link: "» Continuar")[Justo cuando está saliendo de la cuadra el mozo llega hasta él a la carrera pidiendole a gritos que se detenga. -"No sé hacia donde partieron, pero si puedo decirte donde fueron herrados esos caballos. Uno de los caballos se quedó aquí por problemas con una herradura. Yo mismo lo traté y ví el sello del artesano que se la puso. El herrero del puesto de Narth, Yorhun. Seguro que el puede decirte algo más, mucha suerte, Martillo", se despide el mozo dejando a Efrom pensativo en cual será su próximo paso mientras sostiene en sus manos la herradura. (set: $herradura to true) [[» Dirigirse a los establos|El Cruce - Pistas]]] <==> El bosque donde se internó el corcel tras dejar los caminos estaba sumido en una densa oscuridad. En la mayor parte del camino apenas era posible ver el cielo, la luna o las estrellas. Efrom no era capaz de encontrar una referencia para saber en que dirección iba y no podía arriesgarse a detener la cabalgada. Así que solo le quedaba confiar en que el equino le llevaría hasta su ansiado destino, lo que pasara luego solo los dioses lo sabían. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento]] <==> Donde debería ir Efrom... [[» Visitar la capilla|Puesto avanzado Narth - Capilla]] [[» Entrar en una taberna|Puesto avanzado Narth - Taberna]] [[» Ir a las puertas del cuartel|Puesto avanzado Narth - Puertas Cuartel]] [[» Visitar la herrería|Puesto avanzado Narth - Herrería]] (if: $yorhum)[[[» Ir a la cuadra tras la herrería|Puesto avanzado Narth - Herrería Cuadra]]] [[» Viajar a otro lugar|Viajar]] <==> Cuando Efrom llega hasta la barbacana los soldados apostado fuera se cuadran aún más y le preguntan educadamente si necesita algo. Efrom duda sobre que decirles, puesto que los guardías van ataviados de forma muy similar a los jinetes que llegarana su aldea. -"¡Podrían ser ellos!", piensa para sus adentros. Ante las dudas del muchacho los soldadosse muestran tranquilos, aunque sin mucha demora pero con educación le piden que se aleje y siga su camino si no necesita nada. Maldición, poco podría averiguar sin delatarse o advertir a aquellos soldados, dado el caso de que fueran los que andaba buscando. [[» Visitar otro lugar|Narth - Aldea]] <==> Las preguntas cogieron por sorpresa a Efrom. No sabía que responder, pero un instante después pudo ver algo asomar solor un instante tras las cortinas que estaban a la espalda del bigardo. Una muchacha se acercó a decirle algo al grandullón, aunque Efrom no lo escuchó,se había quedado absorto. La muchacha tenía un pecho fuera de la blusa y mantenía a ralla las manos de un cliente ávido de deseo. ¡¡Estaba en un lupanar!! Cuando lo entendió, su rostro se encendió como las brasas de una forja. Para cuando el enorme hombre de la puerta volvió la vista hacía el joven cliente, este ya no estaba allí, así que se encongió de hombros. Efrom salío de allí avergonzado con paso raudo y la barbilla pegada al pecho. Su inocencia y su honor luchaban por mantener la mente en blanco. [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]] <==> Tras comprobar que la puerta de la capilla está cerrada Efrom decide echar un vistazo alrededor. Cualquier posible testigo podría ser de ayuda. El resto de paredes de la edificación se muestran igual de sobrias. Para ser una capilla apenas posee ventanas, además todas las contraventanas están cerradas y no permiten ver nada del interior. Ya es extraño encontrar una capilla que no de servicio, más aún una completamente cerrada, habrá que buscar información en otro lugar. [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]] <==> Sobre qué debería hablar Efrom con Yorhun el herrero... [[» Darle las gracias y marcharse|Narth - Aldea]] [[» Preguntar por Byön|Puesto avanzado Narth - Herrero Byon]] [[» Preguntar por los jinetes|Puesto avanzado Narth - Herrero jinetes]] (if: $herradura)[[[» Mostrar la herradura y preguntar por ella|Puesto avanzado Narth - Herrero pista herradura]]] <==> -"Claro que conozco a ese viejo herrero", dice mientras rie mirándose las arrugadas manos.-"Durante mucho tiempo fuimos rivales al calor de la forja, pero de eso hace mucho ya. Luego cada uno conseguimos nuestro espacio, nos distanciamos y la verdad no me puedo quejar. No me malinterpretes, siempre hemos sido buenos rivales, ya sabes cosas de la juventud. Sé que el continuó trabajando en una aldea en alguna comarca cercana, pero hace mucho tiempo que no nos hemos vuelto a cruzar". (link: "» Continuar")[Efrom le cuenta que está buscándolo, que unos jinetes se lo llevaron de la aldea y que podrían haber venido hasta aquí. Yordhun, el herrero, se muestra algo cabizbajo y pensativo. Al instante vuelve a levantar la cabeza para mirar a Efrom a la vez que la sacude. -"Lo lamento mucho, pero como te decía hace mucho que no nos hemos vuelto a ver. No sabría decir donde podría estar o quienes son esos jinetes que comentas, aunque su indumentaria se asemeja a los soldados del cuartel... No, no podría ser, no pondría la mano en el fuego por ellos pero debido a la rectitud y el honor con el que les he visto desempeñar sus funciones...". -"Si puedo ayudarte en algo más por favor aquí estaré, suerte". [[» Continuar hablando|Puesto avanzado Narth - Herrero]] [[» Darle las gracias y marchar|Narth - Aldea]]] <==> Saca de su zurrón la herradura con la marca del herrero. Herradura que recuperó de uno de los caballos que los jinetes dejaron atrás en El Cruce y se la enseña al herrero. Este se muestra pensativo mientras escuchar el relato de Efrom, sobre como estos jinetes estaban detrás del incidente en la aldea y debía encontrarlos a toda costa. Yorhun dudo durante un tiempo, el cual se hizo eterno para Efrom. Luego comenzóa hablar. (link: "» Continuar")[-"Sé a quienes buscas, aunque siento decir que no sé donde se encuentran. Si puedo decirte que no acampan demasiado lejos puesto que vienen cada dos tres semanas por la aldea a por víveres". -"Entonces buscaré por todos los alrededores hasta dar con ellos si es menester, no dejaré valle sin explorar ni cueva sin registrar", dijo Efrom mientras se levantaba de forma súbita. Antes que pudiera dar un paso, el herrero lo agarró por el brazo más fuerza de lo esperado. -"Quizá haya una opción. Cuando me dejan a sus caballos al cargo, tras herrarlos únicamente me piden que suelte a los animales nunca vienen por ellos. Así que estoy seguro que estos tienen que saber el camino a su campamento." [[» Continuar|Puesto avanzado Narth - Lupanar]] [[» Ir a otro lugar|Narth - Aldea]]] <==> (if: $herradura)[El herrero asiente al relato de Efrom sobre los misteriosos jinetes. Cuando termina, el herrero se muestra dubitativo durante unos instantes y finalmente habla. -"Lo siento pero no puedo ayudarte, no recuerdo a ningunos jinetes que pudieran coincidir con esa descripción y menos aún tan viles como para raptar a nadie. Los soldados de esta región no creo que sean capaces de tales actos", dice Yorhun arrastrando algo de duda hacía el final. [[» Continuar hablando|Puesto avanzado Narth - Herrero]] [[» Darle las gracias y marchar|Narth - Aldea]]](else:)[Efrom comienza a hablar sobre los jinetes al herrero. Como eran sus armaduras negras y bien pulidas y los corceles castaños bien ataviados. Yorhun se toma un momento antes de contestar. -"Dices que portaban armaduras negras relucientes y que con ellos viajaba Byön, con su mandil. Pues creo que luna te sonrie. No hace muchos días un cliente de la aldea, algo aficionado al lupanar, me contó que había visto por la noche salir del local a un grupo muy similar. Con ellos iba una joven muchacha de cabellos castaños y explendida sonrisa. Pudo oir que se los llevaban sin demora hacia Wellos". -"Aquella muchacha debía ser Railä", se decía Efrom a si mismo para converncerse. Agradeció al herrero aquella información. (set: $enganho to true) [[» Continuar hablando|Puesto avanzado Narth - Herrero]] [[» Darle las gracias y marchar|Narth - Aldea]]] <==> Durante el largo viaje a pie, Efrom no paraba de pensar en Byön y su hermana. Jamás había estado tanto tiempo solo sin contar con el apoyo de ninguno de los dos y era ahora cuando más se acordaba de ellos. Recordaba la habitualmente seria expresión de su hermana, como la trenza azabache que se hacía enmarcaba aún más su adusto semblante. También recordaba como Byön le hacía trabajar en la forja, como le hacía sudar junto a la forja pero también como lo felicitaba cuando hacía un buen trabajo y le daba unas palmadas la espalda más fuertes de lo esperado debido a la emoción del hombretón de barba cana. Los echaba de menos [[» Continuar|Wellos - Enganho2]]En un momento del camino, Efromo vislumbro una empalizada que cortaba el camino en dos, muchos viajeros se agolpaban a ambos lados y en la empalizada, soldados de armadura plateada y tabardos ocre mantenían las distancias y por supuesto el paso cortado en ambos sentidos. Sin dudarlo unmomento Efrom se dirigió a los soldados. -"Necesito pasar al otro lado, unos jinetes que han pasado por aquí han raptado a mi hermana y mi padre". Byön no era su padre, lo sabía, pero necesitaba que los soldados le dejaran pasar y no había tiempo para explicaciones). Los soldados se mostraron interesados en la historia del muchacho, aunque no lo pareciera siempre estaba en tierras hospitalarias donde abundaban las personas de buena fé. [[» Continuar|Wellos - Enganho3]]Por ello cuando los soldados le instaron a que se calmara y hablaron con él tranquilamente, él lo supo al instante, los soldados decían la verdad. Llevaban alli apostados media luna controlando el paso y no solo este paso, si no todos los que llevan a Wellos. Ningún jinete había pasado, ni tampoco ninguna muchacha o a su padre. (link: "» Continuar")[Fue entonces cuando Efrom se dió cuenta que había perdido la pista. Les había fallado a ambos... Se derrumbó y se dejo ir. [[» Derrota|Derrota]]] <==> La vida es un prestamo que hacen los dioses. Está llena de posibles destinos y posibilidades. Muchos de ellos grandiosos e increibles pero también de finales trágicos e inesperados si olvidamos el presente. ¡¡¡DERROTA!!! Tienta de nuevo al destino y presta atención, nunca sabremos donde encontrar la mano amiga que nos guie. [[» Volver a empezar|Prologo]] [[» Menu|Menu]] <==> Efrom no sabía muy bien que iba a hacer, pero no podía marcharse si podía obtener información sobre el paradero de sus seres queridos. Al instante y casi sin percatarse había atravesado las cortinas. Se encontró en una sala aprentemente pequeña y con una luz tan tenue que no alcanzaba a iluminar todos los rincones de la misma. Tuvo que reprimir el pudor que somaba a sus mejillas a cada momento, puesto que allá donde mirase era capaz de ver cosas que iban más allá de la decencía y los valores con los que se había criado. (link: "» Continuar")[Pero sabía que estaba allí por una razón de peso y no llevado por los placeres carnales. No paraba de repetirlo una y otra vez, pero no para sobreponerse a la tentación, sino para mantener la mirada firme al hablar con las personas que se cruzaba en aquel lugar de moral distraída. No fue sencillo, ni tampoco barato intentar conseguir algo de información. Cada palabra allí tenía un precio, pero no estaba dispuesto a dejar escapar la oportunidad. [[» Continuar|Puesto avanzado Narth - Lupanar Shae]]] <==> Para muchos de los clientes allí presentes el tiempo habría pasado veloz, para Efrom fue una eternidad. Pero al fin tenía algo, le había costado las últimas monedas que portaba encima pero le habían dado un nombre Shäe. Ella seguro que sabría lo que andaba buscando. Frente a ella se encontraba en una apartado creado por unos biombos. Mujer de piel bronceada y ojos almendrados que clamaban peligro y sugerían placer. (link: "» Continuar")[-"Se quienes son a los que buscas, no son trigo limpio. Sino fuera por lo peligrosos que son, aquí no serían bien recibidos. Pero eso no te interesa..", sonrió.-"Si quieres saber como encontrarlos, deberías...deberías decir que vas a darme a cambio". La sonrisa en su rostro se hizo tan amplia como sensual. Efrom no tenía más monedas para ella y se quedó pensativo sin saber que responder. Entonces la muchacha señaló su martillo. -"Con eso bastará, estoy segura que podré contar con este apuesto caballero para ayudar a una dama en apuros", al acabar la frase no pudo contener una risita por la ironía. [[» Continuar|Puesto avanzado Narth - Lupanar Shae2]]Solo pudo asentir ante aquella extraña petición. o sabía muy bien que podría necesitar de él, pero no estaba en posición de negociar los terminos puesto que no tenía nada que ofrecer. Efromo asintió a Shäe mientras se llevaba una mano al pecho para reafirmar su compromiso. Ella sonrió satisfecha. (link: "» Continuar")[-"Deberías ir a la cuadra tras la herrería, allí estoy segura que encontrarás un caballo que será capaz de conducirte hasta ellos y su campamento. Esos mercenarios se traen muchos negocios con el herrero y este se encarga de herrar sus caballos". Los ojos de Efrom no pudieron disimular su sorpresa, le había engañado por completo. Yorhun no solo sabía quienes eran esos hombres sino que tenía trato con ellos y sabía donde se encontraban. Por un momento olvidó sus modales y salío corriendo del lupanar, dejando a Shäe tras de sí, no podía perder un instante. (set: $yorhum to true) [[» Salir de allí|Narth - Aldea]]] <==> Tal como había dicho Shäe allí estaba la cuadra y en su interior había un corcel castaño sin apeos ni silla que se mostraba bastante inquieto. La estructura era lo suficientemente grande como para albergar media docena de caballos de forma cómoda, pero Efrom solo tenía ojos para el caballo y su mente estaba muy lejos, junto a sus seres queridos desaparecidos. (link: "» Continuar")[Sin dudarlo, abrió las puertas de la cuadra y saltó sobre el lomo del corcel mientras se aferraba a las crines para intentar no caer. El caballo relinchó y se encabritó, pero Efrom estaba decidido y nada podría haberlo caer. El caballo apoyó las patas al ver que no era capaz de tirar al jinete y salío al galope por la puerta de la cuadra. Nada más dejar atrás el puesto de Narth el corcel se internó en el bosque sin disminuir el ritmo. [[» Continuar|Bosque Oscuro]]] <==> Tras lo que pareció una eternidad, el caballo redujo la marcha y caminaba al paso hasta que se detuvo y comenzó a pastar en lo que parecía ser un pequeño prado de unas 20 varas de lado. Efrom se percató que cerca había otros dos caballos castaños y varias cuerdas que delimitaban el recinto. Su destino lo había alcanzado. (link: "» Desmontar y explorar los alrededores")[Comenzó a mirar en todas direcciones en busca de algo que le indicara si allí había alguién más. Pero la vista no le dió esa información, fueron unos golpes sordos, los que alertaron a Efrom y marcaron su rumbo. Unos cincuenta pasos más adelante y acercándose con cautela vió como dos caballeros queportaban petos negros y relucientes junto a tabardos granate se turnaban en patear a un figura atada junto a un árbol, que portaba un mandil de cuero que reconocía incluso en la oscuridad de aquel bosque. ¡¡¡Era Byön!!! [[» Avalanzarse sobre ellos enarbolando su martillo|Bosque Oscuro - Campamento Ataque]] [[» Contenerse y acercarse más a los soldados|Bosque Oscuro - Campamento Sorpresa]]] <==> Imbuido por una rabía primitiva Efrom se arroja sobre los soldados con el martillo alzado por encima de su cabeza. Los soldados sorprendidos intentan recomponerse a la aparición del muchacho foribundo y desenvainan sus espadas. (link: "» Continuar")[La carga de Efrom lleva tanto ímpetú que acobarda a uno de ellos que da un paso atrás, dejando a su compañero al frente. Efrom con su martillo descarga un potente golpe descenten en dirección a la cabeza del soldado más cercano y este consigue interponer su espada para detenerlo. (link: "» Continuar")[Pero el soldado a penas tuvo tiempo para darse cuenta de su error, cuando la fuerza del golpe concentrada en el cabezal del martillo partió la hoja de la espada como si fuera de madera. La trayectoría descendente del martillo continuó su curso impactando en el rostro del soldado que sin articular palabra alguna quedó inerte al instante. Efrom tuvo que esforzarse para recuperar el martillo y aprestarse para hacer frente al soldado restante y que extrañamente no lo había atacado. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Ataque2]]]] <==> Efrom contuvo su rabia y se acercó más aún a los soldados, la sangre palpitaba con fuerza por todo su cuerpo con cada nuevo golpe que esos desalmados propinaban a Byön. Entonces el herrero se percató de su presencia y pudo mostrar un atisbo de sonrisa en su magullado rostro. Los soldados contrariados se detuvieron por un instante. (link: "» Continuar")[Antes que pudieran comprender lo que sucedía un fuerte y sonoro gong se escuchó en el bosque. Uno de los soldados salió despedido y dió contra al árbol por la fuerza del impacto recibido. Tras caer al suelo, no volvió a moverse. Su casco estaba visiblemente abollado y el cuello en un angulo grotesto. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Sorpresa2]]] <==> Ese fue el instante que aprovechó el soldado. Efrom no pudo apartar la mirada mientras observaba como la espada del soldado se hundía en la carne. Aquel ataque vil y deshonroso había perforado el cuero y posiblemente lo había atravesado. El rostro desemcajado junto al grito de dolor confirmaban la gravedad de la herida. (link: "» Continuar")[El traicionero soldado saco su espada y la sangre comenzó a manar de forma incontrolable a través de la herida. Se recostó contra el árbol mientras las cuerdas que lo ataban no le permitían alcanzar la herida abierta en su pecho. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Ataque3]]] <==> Efrom no fue capaz de reaccionar, solo vió como el mandil de cuero se tenía de sangre. El soldado le había lanzado una estocada dirigida al estómago, pero pudo apartarse a tiempo gracias al grito de Byön que se desangraba al pie del cercano árbol. El empuje puesto en la estocada junto con un tropiezo con el cuerpo de su compañero caído, hicieron que el enemigo perdiera el equilibrio, momento que Efrom aprovechó para lanzar un golpe contra la espalda expuesta. Fue ensordecedor el tremendo gong metálico al golpear el martillo contra el peto, pero fue estremecedor el crujir de huesos que lo siguió. El soldado quedó boca abajo, temblando con violencia entre estertores hasta que se quedó inmóvil. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Byön]] <==> Las lágrimas casi no dejaban ver a Efrom. Apoyado en el árbol Byön se desangraba sin poder hacer nada al respecto. Las grandes manos del herrero tomaron las del muchacho torpemente mientras intentaba calmarlo. -"No te preocupes muchacho, este era mi destino, cof cof. Doy gracias a los dioses por alcanzarlo sabiendo que tú y Railä no habéis caído en su manos". Su hermana, su hermana estaba viva y ¡además no había sido capturada! (link: "» Continuar")[-"Escuchame Efrom, debes marcharte, volverán de un momento a otro. Pero antes prométeme que buscarás a Railä, Juntos os protegeréis y podréis hacerle frente", durante un instante Byön parece desorientado, pero retoma la palabra. -"Debéis embarcar, al otro lado encontraréis vuestra otra mitad", con un hilo de voz continua:"el sol es leal y os llevará al otro lado si le muestras tu oscuridad...", susurra mientras acaricia con los dedos la cabeza de tu martillo antes de perder la fuerza y cerrar los ojos. [[» Continuar|Fin capítulo 1]]] <==> El camarada que queda en pie temblaba visiblemente, aun con dificultad consiguío desenvainar su espada y presentar batalla. Efrom no se detuvo arremetió contra el soldado una y otra vez con su furia, pero el guerrero parecía desenvolverse bien. El cansancio comenzó a hacer mella en los músculos del muchacho, cada vez se movía más despacio y sus golpes eran menos precisos. Ponía toda su rabía en cada golpe pero el ágil guerrero tomaba distancia y luego contraatacaba. (link: "» Continuar")[En apenas un minuto, las tornas del combate habían cambiado y era Efrom quién se defendía con toda su voluntad. El guerrero ganaba terreno rápidamente, hasta que en un instante consiguió desequilibrar a Efrom y lanzaró una estocada su cabeza antes que pudiera levantarse. El sonido de metal contra metal los sorprendió a ambos. Una espada sostenida torpemente por Byön interceptó el golpe mortal. Pero el momento de triunfo fue efímero, el soldado cambió de objetivo y comenzó a atacar a Byön con ahínco mientras Efrom recuperaba su martillo y se levantaba del suelo. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Sorpresa3]]] <==> Intentando recuperar el aliento tras el golpe contra el suelo, Efrom buscaba frenético el martillo a su alrededor, cercano podía oir el entrechocar de los aceros Para cuando consiguío incorporarse, martillo en mano, presenció el golpe mortal. El enemigo le estaba dando la espalda y pudo ver como la punta de la espada de Byön sobresalía casi medio palmo bañada en sangre. Cuando el cuerpo calló al suelo aún tenía la espada atravesándolo. Efrom levantó la mirada hacía Byön esbozando una sonrisa. (link: "» Continuar")[Byön estaba de pie, con la respiración entrecortada y ambas manos aferrando la empuñadura. El que fuera su padre adoptivo le dedicó entonces una amplia sonrisa sincera pero fugaz. Entonces trastabilló unos pasos hacía atrás hasta topar con el tronco al que había estado atado hace un instante. Gracias al golpe contra el tronco pudo liberar la hoja que lo atravesaba tirando a su vez de la empuñadura con ambas manos. La hoja cayo al suelo del bosque, pero Efrom no la oyó. Solo se acercó al herrero para ayudarle a recostarse contra el tronco mientras de la herida brotaba la sangre sin medida. [[» Continuar|Bosque Oscuro - Campamento Byön]]] <==> <h1>FIN CAPITULO</h1>